jueves, 18 de diciembre de 2008

Análisis al conflicto del Pueblo Mapuche


(por rorro subversivo)
Este ensayo comienza intentando dar un análisis lo más exhaustivo posible de lo que ha sido la historia de resistencia del pueblo mapuche a lo largo de los años, mencionando el conflicto con el imperio Inca y posteriormente el conflicto con el imperio Español, pasando por la resistencia contra el Estado chileno, hasta llegar a 1990 para entrar a profundizar el desarrollo del conflicto mapuche con la llegada a la democracia por parte del Estado chileno (vale decir el periodo 1990-2008), utilizando un artículo de Víctor Toledo LLancaqueo como esqueleto central del punto que expresaré, titulado
“Cronología de los principales hechos en relación a la represión de la protesta social mapuche, Chile 2000-2007”.

Finalizando con un análisis de si es justo todo lo que ha acontecido y acontece al pueblo Mapuche, utilizando como sostén algunos autores mencionados a lo largo del ramo, y de cómo los medios de comunicación han ocultado la mayor cantidad de atropellos, muertes, allanamientos, y lograr justificar los escasos hechos que salen a la luz publica en la actualidad, para tener a un pueblo contenido y en soledad.


Resistencia mapuche antes de 1990: “Una historia de constante resistencia por más de 300 años”.


Invasión por parte del Imperio Inca

La historia del pueblo mapuche ha sido a lo largo de los años una historia de resistencia y perseverancia de su cultura.

Podemos ver que desde muchos siglos esto se viene dando debido a diferentes intentos de invasión en su territorio por parte de una variedad de imperios, dentro de los cuales el primero fue el Imperio Inca (Tahuantunsuyo, en lengua quechua), el cual arrastrado por su afán expansionista de intentar abarcar con su Imperio hasta más al sur del continente, intenta invadir territorio mapuche el cual opuso una tenaz resistencia, lo que impidió la dependencia y vinculación política con este imperio. Por lo cual los incas logran establecerse solamente hasta la zona centro de lo que posteriormente en nuestros días sería Chile.

Invasión por parte del Imperio Español

Luego con la llegada de los españoles (o wincas; nuevo inca en mapudungun, como los llamaban el pueblo mapuche), al continente americano, los europeos avanzan hacia el sur con ánimos de conquista. Se producen enfrentamientos y un período marcado por la violencia, la guerra, queriendo destruir la sociedad y diferentes comunidades mapuches. Sin embargo la conquista fracasa reiteradamente. Vuelven refuerzos españoles desde el Perú y se reinstalan los europeos en tierras al sur del río Bio Bio.

En este periodo los mapuches se vieron sobrepasados por los españoles, teniendo que trabajar en minas de oro. Hasta que a finales del siglo XVI, un grupo de mapuches de Purén, dan muerte en Curalaf al segundo gobernador español Oñez de Loyola.

Este intento de conquista de los españoles para con los mapuches fracasa, dando paso a lo que la historia de chile llama “la colonia”.

Luego de esto los españoles no pudieron imponerse en territorio mapuche, fracasando la conquista por parte de ellos. Después de numerosas batallas, la nación Mapuche logra la expulsión y el afianzamiento de una autonomía política y territorial.

Todo esto dio cabida a que en enero de 1641, la nación Mapuche y el Imperio Español concertaran el tratado de Killín, mediante el cual el Imperio Español reconoció la autonomía territorial de la nación Mapuche. Desde entonces y durante más de dos siglos se respetó el río Bio Bio como frontera natural y los territorios situados al sur de esta demarcación como territorio de la nación Mapuche en pleno ejercicio de su derecho de libre determinación.

Este hecho sin semejante en la historia de los pueblos indígenas de Sudamérica fue el resultado del fracaso de la Corona Española por someter militarmente a la nación Mapuche. La firma de este tratado de acuerdo al procedimiento y norma internacional, así como otros subsecuentes 28 tratados a lo largo de dos siglos de relaciones diplomáticas, otorgó a la nación Mapuche un lugar destacado en la historia de los Pueblo Indígenas de América del Sur. Siendo la primera y única nación indígena del continente cuya soberanía y autonomía le fue jurídicamente reconocida.

Todo esto se preservó a lo largo de todo el dominio del Imperio Español en Chile (o lo que posteriormente sería Chile).


Invasión por parte del Estado chileno.

Una ves que el Estado chileno se consolida y logra su independencia, se genera una nueva lucha de resistencia, ahora contra dicho Estado, ya que éste en 1862 firma el tratado de Tapiweh con la nación Mapuche, en el cual se le reconoció un territorio limitado por la frontera del Bio Bio. Pero desde los primeros años, la nueva República estableció un dispositivo de ley y una política de colonización que tendrá como consecuencia una guerra brutal a lo largo del siglo XIX. Por ende, tanta guerra genera un decaimiento en la cantidad de personas mapuche[1]. Es por esto que alrededor del periodo ya mencionado, se habla de una derrota del pueblo mapuche.

Hacia 1883, la nación Mapuche pierde su libertad y su territorio frente a una armada chilena profesional y poderosa, a esto se le denomina “Pacificación de la Araucanía”[2]. Esto es el comienzo de una campaña dirigida por el Estado chileno para colonizar y exterminar la nación Mapuche, con actos como la violación a los derechos fundamentales, la utilización de una estrategia de erradicación y los desplazamientos forzados. El sistema de “reservas”, copia conforme del modelo norteamericano, ha sido establecido por diversos gobiernos hasta 1925, año en el cual, los últimos nativos fueron instalados en la zona de Cautín.

Luego a los jefes militares mapuches se les daba hectáreas de territorio mapuche, esto con fin de descabezarlos por completo y eliminarlos como nación.

En los años 50 se le dice a lo que queda de pueblo mapuche que se integre al territorio que el Estado chileno les había encomendado[3], y si no lo hacían, se les amenaza con que simplemente se les dejará morir de hambre. Por lo que la nación Mapuche asume la derrota y la posterior negociación con el Estado chileno, adoptando un carácter ya no de impedir la ocupación de sus tierras, sino impedir que esa ocupación fuera total.

Con todo esto se desintegra la identidad mapuche (idioma, historia, religión), cortando la enseñanza de mapudungun en las comunidades mapuches, por orden del Estado chileno.

Sin embargo, a pesar de todo esto la nación Mapuche se juega su última carta en 1881, con el llamado “canto del cisne”. Derrotados nuevamente, aunque existiendo, el pueblo mapuche intenta reubicarse en el nuevo orden impuesto por el Estado chileno.

Esto se prolonga durante por lo menos 50 años. Cambiando abruptamente con la llegada de la Unidad Popular, en donde entre enero y marzo del 1971 el gobierno de Salvador Allende, recién asumido, instaló el ministerio de Agricultura en Temuco, para abordar en terreno una dilatada problemática de las comunidades mapuches, que atravesaban un período de particular agitación acrecentada durante el gobierno de Frei Montalva[4]. Llegando a devolver 6.000 hectáreas al pueblo mapuche, y a lo largo de sus 3 años de gobierno, la cifra se incrementa llegando a devolver 300 mil hectáreas en total[5].

Posteriormente con el golpe de Estado y posterior régimen militar encabezado por Augusto Pinochet, el modo de vida del pueblo Mapuche, que tiene como fundamento la posesión comunitaria de las tierras, se ve amenazado por la contra-reforma agraria impuesta[6](subsidiar a las grandes empresas forestales y a empresarios latifundistas para ser potencia en celulosa), lo cual implica la perdida de miles de hectáreas de tierra para las comunidades mapuches, por lo que se producen plantaciones de pino y eucalipto[7].

Desarrollo del conflicto mapuche desde 1990 hasta la actualidad.

En la actualidad en base a las cifras entregadas por el último censo 2002, el número de personas mapuches en Chile es de 604.349, mayoritariamente en la región de la Araucanía y en la ciudad de Santiago, de los cuales sólo una parte habla el mapudungun, por ende podemos comparar que actualmente el número de personas mapuches es el mismo que al momento de que se acaba la guerra con los españoles, pero existe una gran diferencia, la cual es que de la totalidad de estos mapuches durante la guerra contra el Imperio Español, hablaba el mapudungun, en cambio actualmente no es así, y también podemos agregar otro factor, que es que todos residían al sur del río Bio Bio.

En base a conocer estos acontecimientos, nos damos cuenta que el pueblo mapuche actualmente tiene una lucha pendiente, el recuperarse como pueblo, como nación, como cultura, la que ha perdido con la presencia del Estado chileno, manifestado en la expropiación de sus tierras, para vender al mejor postor, en la usurpación de sus tierras ancestrales, en el daño provocado a su ecosistema producto de la plantación de pino y eucalipto, que aparte de lo ya mencionado, que consumen mucha agua, dañan la tierra en donde nacen las araucarias, árbol del cual se alimentan y forma parte de su ecosistema, entre muchos otros atropellos que podríamos seguir mencionando.

Por todo esto han existido tres ciclos de movilizaciones en defensa de sus derechos como pueblo Mapuche; mencionados por Víctor Toledo Llancaqueo en su artículo “Prima ratio Movilización mapuche y política penal. Los marcos de la política indígena en Chile 1990-2007”. Los cuales están conformados por un primer ciclo que se despliega bajo dictadura en la década de 1980, que surge en defensa de las tierras comunitarias, y crece como movimiento social que reclama derechos como pueblo, apostando también al cambio democrático. Luego de la dictadura, distingue dos ciclos de la política indígena, uno entre los años 1990-1994 y otro entre los años 1997-2005.

El ciclo comprendido entre 1990-1994, se comienza con la creación del Consejo de Todas las Tierras (CTT), luego de que algunas comunidades mapuches no firman un trato con la concertación, la que les propone impulsar una nueva ley indígena y una reforma constitucional que reconociera los derechos de los pueblos indígenas a cambio de dos compromisos: que votaran por su candidato presidencial y que renunciaran a la movilización social.

El motor que da el impulso a crear este Consejo de Todas las Tierras, son la recuperación de las tierras y la exigibilidad de derechos[8]. Teniendo acciones marcadas por un potente marco simbólico de la movilización Mapuche, basadas en los derechos y la memoria colectiva, exigiendo derechos de autonomía y participación política, entre otras demandas, las que fueron catalogadas como de carácter “separatistas”.

La respuesta del Estado no tardó en llegar. En el mes de junio de 1992, el CTT impulsó diversas tomas simbólicas de tierras, ocupaciones pacíficas que fueron desalojadas por contingentes de carabineros, siendo detenidos más de 70 comuneros. El gobierno acusó a los dirigentes mapuches de “delincuentes”, y con gran publicidad los querelló, recurriendo al Código Penal chileno. La corte de Apelaciones de Temuco designó a un ministro con dedicación exclusiva, quien instruyó la causa Rol N° 24.486, ordenó detenciones, allanamientos y arraigos. Finalmente, en un proceso plagado de vicios, condenó a 144 comuneros mapuches por los delitos de “usurpación” y asociación ilícita”[9].

Todo esto llevó a que a los mapuches en 1992 se les aplicara la política de represión selectiva, apertura de canales institucionales e impulsos de reformas. Lo que mezclaría represión y gobernabilidad por parte del Estado para con el pueblo Mapuche.

Luego de un bloqueo bajo el eslogan “desarrollo con identidad”, no hubo ningún reconocimiento de derechos. Se instala una nueva ley indígena, la 19.256, la cual crea una institución asistencial de mediación entre Estado e indígenas, la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), Y UN Fondo de Tierras y Aguas Indígenas (FTAI), para atender los “problemas de tierras”, a través del mercado. También se crean carreteras, escuelas entre otras cosas, bajo el enfoque geopolítico de “fronteras interiores”. Hay que mencionar que esto ha traído beneficios, pero no indígenas titulares de derechos.

Entre los años 1997-2005 tomado por Víctor Toledo Llancaqueo como el tercer ciclo, se comienzan a dar nuevamente reclamos de sus derechos, empujados por los impactos del compulsivo modelo neoliberal primario-exportador, cuyos sectores más dinámicos (minería, forestal, pesca y acuicultura), se enclavan en las regiones de asentamiento indígena.

Esto produce una radicalización del movimiento Mapuche para éste periodo, ya que todas estas invasiones (ya sea de forestales, transnacionales, etc.), traen consigo sequía, pobreza, daños a sus tierras ancestrales, etc.

Dentro de las primeras movilizaciones radicalizadas, protagonizadas por las comunidades de Pichilonkoyan y Pilinmapu en Lumako, devienen ocupación y recuperación de tierras que pertenecían a la forestal Arauco, todo esto ocurre el 13 de Octubre de 1997, para que posteriormente el 1 de Diciembre del mismo año, se haga el primer atentado incendiario contra las forestales.

Para esos años la CONADI no tenía influencia dentro de las comunidades mapuche en conflicto, por lo que transcurrido un año se forma la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), como respuesta a la necesidad de una orgánica horizontal capaz de juntar y organizar a las comunidades en conflicto. Algunas comunidades como el CTT y la Coordinadora Mapuche de Santiago se marginaron de la fundación de la CAM.

La forma de recuperación de tierras propulsada por la CAM, fue totalmente distinta y mucho más decidida que las hechas en años anteriores, ya que se aplicaba la recuperación de tierras productivas, lo que en la práctica significa entrar en el predio forestal, pero con la característica de que ya no se practicaba la ocupación temporal, si no que se entraba al predio con la intención de sembrar y producir, sacando a la vez la madera y realizando resistencia en los predios.

Bajo esta política la recuperación de tierras aunque era progresiva, era lenta. Los mapuches eran retirados de las tierras a través de la fuerza, volvían y eran retirados nuevamente. Luego volvían y quemaban hectáreas de eucaliptos de las forestales en forma de protesta, estas perdían millones por la gran cantidad de hectáreas perdidas, los mapuches se tomaban el terreno de nuevo pero esta vez no eran expulsados, ya que la empresa perdía menos dejándolos pasar que cuando ellos quemaban, entonces a medida que podían ir ocupando la tierra, cortando los árboles, iban avanzando, a un paso relativamente lento.

Posteriormente realizan lo que es conocido como el control territorial, lo que en la práctica significa que el control político de la zona tomada es de los lonkos y sus comunidades, donde en el supuesto, la comunidad tiene la capacidad y autoridad de proteger la zona fuera del estado de derecho chileno.

Entre el 2000 al 2004, la CAM empezó a vivir un proceso que culminaría con su desactivación, donde hubo un quiebre total entre la organización Meli Wixan Mapu y la CAM, según versiones encontradas, dentro de la dirección de la CAM se perdió horizontalidad y se dejó de respetar la decisión de los lonkos, según declaraciones de la CAM los mapuche de Santiago ya no pueden ser actores del conflicto por su condición de mapuches urbanos, lo que produce el quiebre y el cierre de la política de masas de la CAM, de las 12 comunidades y organizaciones principales en su fundación, actualmente quedan 3 o 4.

Notoriamente en la actualidad la coordinadora ha perdido influencia en la gran mayoría de las comunidades mapuche, lo que no quiere decir que haya perdido su total capacidad de movilización.

Actualmente ya no hay un proceso masivo de recuperación de tierras, sin embargo, aunque no hay una unión de comunidades movilizadas, siguen habiendo zonas en conflicto por situaciones particulares, un ejemplo de esto, es la protesta por el ducto de CELCO.

A la vez la muerte de los weichafes (guerreros en mapudungun) Alex Lemún y Matías Catrileo, pudo reactivar al menos momentáneamente el accionar de la CAM en los diferentes momentos, y en cierta forma, recomponer un poco el tejido social de la organización, por la condena en general dentro del pueblo mapuche e internacionalmente en contra de su asesinato.

Otras formas de manifestación han ocurrido una vez presos algunos miembros de comunidades, donde la huelga de hambre se hizo presente, teniendo como principal protagonista a Patricia Troncoso, quien a pesar de no ser mapuche se interiorizo en las raíces llegando a ser aceptada por los mapuches como una más, manteniendo su huelga por más de 100 días.

¿Es justo lo que ha acontecido a lo largo de toda la historia del pueblo Mapuche?

Como se ha presentado en este ensayo la historia del pueblo mapuche ha sido una historia de resistencia y perseverancia de su cultura, bienestar, sobrevivencia como pueblo y nación, entre otras cosas, la cual ha quedado demostrado a lo largo de los años.

Que la única batalla perdida la ha tenido contra el Estado chileno, pero quizás más que con el Estado chileno, con una colonia del nuevo tipo (por llamarlo de una forma), la cual sustentada en un liberalismo económico, esclaviza a los pueblos y se impone como hegemonía mundial a través del capital, lo que hace que las elites dominantes mundiales y locales, dominen a las masas sin que estas lo perciban, y más aún, estas sueñen con ser como las elites que los dominan, individualizándose sin querer apoyar al par que se encuentra a su lado. Justificándose en una justicia y falsa democracia, ad hoc a las propias necesidades que se tienen como minoría dominante.

Pero ocurren fenómenos muy especiales que son parte de la dominación, como lo son el patriotismo en momentos de falsa unión (ya sea por un partido de fútbol o por sentirse mas chileno por ser la “mezcla perfecta” entre el guerrero mapuche y el blanco europeo colonizador español). De todos estos hechos no se salvan ni chilenos embobados por la televisión ni mapuches que no se reconocen como tales.

Volviendo al tema, el pueblo chileno avala y admira la resistencia mapuche de los siglos XVI, las grandes guerras ganadas contra el Imperio Español, las guerras y tenacidad puesta contra el Imperio Inca. Pero ya nadie recuerda ni mucho menos menciona a dicho pueblo en la actualidad. Las nuevas luchas, las nuevas muertes, las nuevas violaciones a los derechos humanos y de mases.

Todo esto se ocasiona en la lógica que la justicia, se manifiesta a través del que se impone sobre el otro, como lo diría Hobbes “la ley del más fuerte”, quien esté en el poder será quien dicte lo que es justo, en éste caso la minoría está en el poder, y éste poder lo da el dinero, el cual se manifiesta en que sin las inversiones y los lobbies que hagan estos tipos en política, no podríamos subsistir ni como sociedad, ni como personas, por lo cual el Estado hace lo posible por mantenerse y a su vez, mantener a estos que tienen el poder económico.

El Estado para mantener este orden crea las instituciones, mal llamadas democráticas, que para J. Rowls la virtud de ellas es decir que es justo y que no es justo. Por ende las cosas injustas serían abolidas de las instituciones, y como las cosas justas son las que manifiesta la institución, y las instituciones protegen los intereses de las minorías, las mayorías que vendrían siendo los pobres, los explotados, o como diría marx el proletariado, tendrían lo que es lo injusto, y nada mas ni nada menos, lo injusto es su bienestar.

Es por esto que las personas ya no saben que hace poco menos de dos meses fallece una menor de nueve meses a causa de un allanamiento en una comunidad mapuche debido a los gases lacrimógenos, es por eso que las personas prefieren estar observando el pan y circo presentado por los medios de comunicación masivos, para que ellos puedan vivir sumidos en su miedo al caos, sumidos en su individualismo de no hacer nada por el del lado para que no le pase nada a el, siendo que se ve afectado de la misma manera que quien está luchando, sumiéndose a vivir sintiendo miedo a la libertad, la libertad verdadera, no esa libertad de explotar al otro, la libertad de respirar un aire puro, la libertad de hacer el amor sin reproches, la libertad de estar vivo.

Sin embargo, mirando la justicia desde el punto de vista de otros autores, vemos que por ejemplo para la forma kantiana, basándonos en “Sobre la paz perpetua”, lo que ha hecho el Estado chileno, el Imperio Inca y el Imperio Español, contra el pueblo Mapuche, sería algo injusto para poder preservar la paz, debido a que lo justo estaría en que si firmo un pacto de paz, no debo tener una mala intención para con el otro, como lo tuvo el Estado chileno con la nación Mapuche al comienzo de su formación como Estado, o en la actualidad favoreciendo a las transnacionales. También nos podemos respaldar en que ningún Estado puede tener ejércitos permanentes, ya que serían muestra de la inseguridad de un Estado, vale decir que el Estado chileno, al militarizar las zonas ocupadas por el pueblo Mapuche, tiene miedo de que los mapuches recuperen sus tierras, o que logren una subsistencia mejor, para poder preservarse y mantener a los grupos dominantes, independizándose del Estado chileno[10].

Lamentablemente si nos basamos en distintos autores, encontraremos que la justicia legítimamente no está determinada, los intereses son distintos. Pero lamentablemente legalmente sí y ésta beneficiaría a los entes dominantes.

La bondad y la justicia entre pueblos con este sistema de avaricia, individualismo, no podrá existir nunca. El miedo invade a cada uno, por lo que se opta por atacar primero para poder seguir viviendo y subsistiendo. En base a lo dicho recientemente, podemos decir que entonces la justicia en estos momentos se estaría acercando hacia los mas poderosos, que ahora son minoría, pero nadie puede decir que algún día, la mayoría prime y los que fueron pobres, esclavos, explotados, presos, ahora sean los hombres libres y autodeterminantes.

Bibliografía.

  • Toledo Llancaqueo, Víctor 2007 “Cronología de los principales hechos en relación a la represión de la protesta social mapuche, Chile 2000-2007” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año VIII, Nº 22, septiembre.

  • Valles, Josep.Ciencia Política: una introducción”. Editorial, Ariel. Barcelona. Año 2000.

  • Constitución Política de la República de Chile de 1980, con actualizaciones el 2003.

  • Downs, Anthony (2001), “Teoría económica de la acción política en una Démocracia”, en Battle, Albert (ed.) Diez textos básicos de ciencia política, Barcelona, Ariel

  • Pipa Norris (2001) “¿un circo virtuosos? El impacto de las comunicaciones políticas en las democracias post-industriales”, en Revista Española de Ciencia Política, N° 2, pp. 7-33.

  • Easton, David (2001). “Categorías para el análisis sistémico de la política”, en Battle, Albert (ed.) Diez textos básicos de ciencia política, Barcelona, Ariel

  • Hobbes, Thomas. “El Leviatan”

  • J. Rowls. “Teoría de la Justicia

  • Kant. “Sobre la paz perpetua”



[1] “Se dice que comenzada la guerra con los españoles los mapuches tenían 2 millones de habitantes, terminada la guerra con los españoles eran sólo 600 mil. Luego con la guerra contra el Estado chileno quedan tan sólo 80 mil mapuches”. Entrevista personal a Alihuen Antileo, ex vocero de la Coordinadora Arauco Malleco. Viernes 7 de noviembre del 2008.

[2]Es importante mencionar que el Estado argentino con la llamada “Conquista del Desierto”, también contribuye impunemente en dicha masacre, esto ya que la nación Mapuche ocupaba territorio chileno como territorio argentino”.

[3] “A principios del siglo XIX, cuando Chile era aún colonia española, los mapuche ocupaban un territorio de 100.000 km2 en pleno dentro del país. Entre 1866 a 1927, los mapuche fueron desplazados en una reserva de tan solo 5.000 km2, es decir menos de 5% de su territorio ancestral”.

Cita textual: http://pueblos.originarios.free.fr/resistencias-justicia/historia-del-conflicto-con-el-pueblo-mapuche.html

[4]“Me parece importante destacar que desde el momento en que el pueblo mapuche pasa arbitrariamente a ser parte del Estado chileno, pasan a convertirse en la población mas pobre de Chile, hecho que se mantiene hasta la actualidad”.

[5] “Datos recopilados del diario “El Siglo” N° 923 del 19 al 25 de marzo de 1999, reportaje titulado “La doble razón de la demanda Mapuche”, por Raúl Blanchet.

[6] “El año 1974 se hace oficial el decreto de ley 701, el cual beneficia la explotación forestal con bonos estatales (titulo III, articulo 12), como parte de la contrarreforma agraria, el ministro de economía de aquellos años (uno de los principales actores de la contrarreforma y privatización en chile) renuncio poco después y ahora es empresario forestal”.

[7] “Me parece importante mencionar que tanto pinos como eucaliptos en su etapa adulta necesitan al día de 90 a 100 litros de agua (aprox.), y para llegar a esta etapa necesitan tan sólo de 18 a 20 años. El daño que provocan en los suelos impide el asentamiento ralo del sotobosque como consecuencia de los compuestos terpénicos (cineol y eucaliptol) que posee. Estos terpénicos tienen un alto poder antigerminante, que anulan el desarrollo embrional de las semillas que puedan caer en ese suelo. Las raíces de estos árboles son muy extensas, por ende dejan sin agua a las comunidades cercanas, abarcando hasta cerca de unos 100 metros a la redonda, convirtiéndose este hecho en uno de los fundamentales para que existan ataques por parte de comunidades mapuches hacia centrales hidroeléctricas y empresarios madereros”.

[8] “Entre otros hechos como la resistencia al desalojo de una comunidad pehuenche (hombres del sur en mapudungun) en el valle de Quinquén, la conmemoración de los 500 años de la llegada de Colón y la disputa por los contenidos de la nueva política indígena”.

[9] Cita textual: Víctor Toledo Llancaqueo, “Cronología de los principales hechos en relación a la represión de la protesta social mapuche, Chile 2000-2007” en OSAL (Buenos Aires: CLACSO) Año VIII, Nº 22, septiembre. pp. 225-226

[10] “Hecho que al mi parecer sería perjudicial para el pueblo Mapuche, ya que lamentablemente la población que lucha por sus derechos como mapuche es minoritaria, al igual como ocurre con el pueblo chileno, por ende los mapuches adinerados que hay en la actualidad, que poseen muchas tierras, harían exactamente lo mismo que el Estado chileno”.

martes, 28 de octubre de 2008

Ernesto “Che” Guevara: Forjador de Ilusiones Revolucionarias.


Breve Análisis
Del Pensamiento Guevarista. (por mijail van-showen)

En los años 60, Fidel Castro y Ernesto “Che” Guevara eran los máximos exponentes de la corriente revolucionaria autónoma conocida entonces como castrismo o fidelísimo, que reivindicaba el antiimperialismo, la vía armada, el carácter socialista de las revoluciones y el internacionalismo; era opuesta o diferente de las posiciones e ideas del campo soviético, mas también ajena a las de China. El pensamiento de Guevara fue la principal formulación teórica de la revolución cubana de los años 60, la primera socialista autóctona triunfante en Occidente. Guevara no intentó crear una corriente teórica; pero asumió enfáticamente que sus ideas y búsquedas expresaban una concepción particular del marxismo. Aunque no fue enunciada expresamente de manera filosófica, en esa concepción se basa su elaboración de criterios en cuestiones tan diversas como el humanismo o las teorías sobre la sociedad capitalista, las revoluciones de liberación, la transición socialista y el comunismo.

Lo más visible y atrayente del pensamiento de Guevara es la actitud inquisitiva que no respeta dogmas ni prejuicios, algo muy inusual en un militante formado, que además era dirigente. Ese rasgo suyo potenció su independencia de criterio, y le permitió una crítica y profunda evolución de sus ideas y sus instrumentos entre 1959 y los primeros años 60; también lo tornó un agudo conocedor de la corriente que predominó en el socialismo y el marxismo durante la mayor parte del siglo XX. Guevara fue muy lejos: su conducta rigurosamente acorde con sus ideas, el tipo de relaciones que promovía entre las prácticas políticas y la actividad teórica y doctrinaria, el contenido de su pensamiento social, su concepción del papel de las prácticas al interior de la producción teórica, resultaron antitéticos al llamado socialismo real. Son muy notables sus críticas a la deformación esencial de ese régimen, y su predicción del probable regreso al capitalismo que acarrearía. Esto lo marcó como hereje. La muerte interrumpió el pensamiento maduro que estaba desarrollando Guevara. Esa circunstancia, el carácter abierto de su posición teórica y la prolongada postergación que sufrió su posteridad, han favorecido que sus ideas resulten atractivas en la crítica etapa actual.

Guevara se opuso resueltamente al desprecio pragmático por la teoría, y a la vez al seguidísimo intelectual de las líneas políticas. Tuvo una clara comprensión del lugar histórico desde el cual actuaba, y de la situación en que se encontraba el marxismo en los años 60. Su concepción relaciona íntimamente los ámbitos y problemas de: a) las luchas por el poder político con los de los regímenes de transición socialista; b) el desarrollo de los individuos con el de las relaciones sociales y las instituciones, desde el inicio de las luchas y en toda la transición socialista; c) las escalas nacional, internacional y mundial. Trabajó entonces con una gran diversidad de aspectos y con una firme tendencia a integrarlos en totalidades de conocimiento o formular problemas y sugerencias, siempre incluidos los juicios del autor. Guevara produjo una interpretación de las cuestiones fundamentales del mundo de su tiempo, desde una posición anticapitalista y anticolonialista latinoamericana, y concibió una visión de las conductas, acciones, cambios y objetivos necesarios para la liberación de las personas y las sociedades, desde una posición comunista.

La concepción filosófica de Guevara privilegia el papel de la acción consciente y organizada como creadora de realidades sociales y humanas. Esta filosofía de la praxis recupera el papel central de la dialéctica en el marxismo. Sin desconocer realidades existentes y su funcionamiento discernible "y leyes atinentes a lo que esas realidades 'pueden dar de sí ´", estima que el nivel de conciencia alcanzado a escala mundial permite que en cualquier lugar se organicen vanguardias revolucionarias, influidas por la ideología marxista, que prevean hasta cierto punto cómo actuar, y violenten las relaciones con lo posible a través de las acciones colectivas.


El Guevarismo

Como “escuela de Revolución”.


Como hemos mencionado anteriormente la influencia del proceso revolucionario cubano en Latinoamérica marco un antes y un después en la forma en que los revolucionarios latinoamericanos concebían la revolución. En efecto, el impacto de la revolución cubana logro sacar de la categoría de utópica a la revolución social y ponerla en el centro de la discusión y de la acción de las diferentes organizaciones revolucionarias que surgirán el continente durante la década de 1960. Las experiencias de los revolucionarios cubanos platearan en la discusión de estas organizaciones la viabilidad de llevar a cabo un revolución socialista en Latinoamérica y se transformará paulatinamente en una “escuela de revolución” para todo el continente. En este proceso la influencia de la estrategia revolucionaria planteada por Ernesto Guevara será el principal actor a la hora de establecer la forma en como llevar a cabo la añorada revolución.

Fidel Castro, líder de la revolución cubana planteara: ¿que enseña la revolución cubana?... que la revolución es posible y que los pueblos pueden hacerla y que en el mundo contemporáneo no hay fuerzas capaces de impedir el movimiento de liberación de los pueblos[1]. Esta certeza planteada por el líder máximo de la revolución será confirmada por el propio Guevara transformándose en parte esencial de sus postulados. Este planteara que: “no importa el resultado de las luchas de hoy. No importa para el resultado final que uno u otro movimiento sean transitoriamente derrotados. Lo definitivo es la decisión de lucha que madura día a día. La conciencia del cambio revolucionario, la certeza de su posibilidad”[2]. El efecto mas inmediato de la revolución cubana será el de establecer como vía para la revolución la estrategia guerrillera de la cual será el mas importante teórico Ernesto Guevara...

Las bases teóricas del guevarismo estaban basadas en el anti-imperialismo, el marxismo y el comunismo como pilares centrales de su pensamiento ideológico, pero sus reflexiones personales acerca de estos conceptos dieron un sello personal a la concepción guevarista de los mismos. Unido a esto se encontraba un profundo humanismo el cual había desaparecido desde hacia mucho tiempo en las vanguardias europeas del comunismo internacional. El rasgo principal de la estrategia guevarista es la suma importancia atribuida la guerrilla y la sublevación armada como motor de la revolución, en este sentido Ernesto Guevara planteara que con la existencia en un país de las condiciones subjetivas para la realización de la revolución, el establecimiento de un foco guerrillero podría crear por si solo las condiciones subjetivas para el alzamiento de las masas, esta tesis pasara, por manos del teórico francés Regis Debray, a ser catalogada como “foquismo”.

Unía a esto su convicción de la unión entre las guerrillas y el campesinado y el proceso de la reforma agraria que venia siendo un tópico recurrente el las ideas de reforma social en el continente durante la década de los 60. Siguiendo la línea de sus postulados se podría argumentar que el sujeto revolucionario para el Che seria el campesinado acercando sus teorías a las del maoísmo, esto sin embargo no es algo que se pueda asegurar ya que el propio Guevara nunca demostró una filiación fija particular por alguna de las variadas tesis revolucionarias.

La importancia del pensamiento guevarista radica en su refundación de un marxismo que para entonces se encontraba dogmatizado y burocratizado por la vanguardia comunista internacional de entonces la U.R.S.S., añadiendo a este formulas propias del marxismo que se habían olvidado y también tesis y planeamientos de diferentes teóricos marxistas internacionales tanto europeos como latino americanos[3]. Es bajo estos preceptos teóricos y estratégicos que los diferentes movimientos revolucionarios surgidos a calor del ejemplo cubano en latino América optaran por la vía revolucionaria guerrillera e insurreccional como la vía para la revolución, en contraposición al revisionismo internacional, ante el reemplazo de la línea estratégica leninista de la revolución mundial con la línea de la coexistencia pacifica, línea preconizada por la mayoría de los partidos comunistas latinoamericanos. Se conjuga con esto todo un ambiente internacional favorable a la necesidad urgente de cambios económicos políticos y sociales en los países en subdesarrollo, donde las luchas por la independencia de los países coloniales (Vietnam en el sudeste asiático y el Congo en África) y de reivindicación de derechos civiles y movilizaciones estudiantiles (Mayo Francés de 1968, movimientos antibelicos y antirracistas en EE.UU.) Marcaran la pauta de ver en la revolución algo políticamente correcto. Es así como Guevara planteara el carácter mundial de la revolución declarando la guerra al imperialismo, llamando a la creación “uno, dos, tres muchos Vietnam en todo el continente”.

Siguiendo estas líneas es que surgirán en América latina variados movimientos revolucionarios que adscribirán a sus plataformas teóricas y estratégicas los planteamientos de Ernesto Guevara tales como el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), en Argentina en 1970, brazo armado del partido revolucionario de los trabajadores (PRT), El Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros en Uruguay (1960),Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua (1960), el Movimiento de Izquierda Revolucionaria en Perú (1960), el ELN o UC-ELN (Unión Camilista - Ejército de Liberación Nacional) en Colombia (1964), así como también el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR en Chile (1965) y de Venezuela en 1960.

La gran mayoría de estos grupos partieron de diferentes células de estudiantes universitarios muchos de los cuales militaban en los partidos de la izquierda tradicional, los cuales abandonaron las filas de estos partidos a causas de la estrategia reformista que había invadido a estas facciones manipuladas desde Moscú. Se incorporaba a esto la paulatina quiebre de los derechos a la autodeterminación que había llevado a cabo la U.R.S.S. en sus países satélites que no se adscribían la pacto de Varsovia[4].

Pero las influencias del guevarismo como estrategia revolucionaria en los diferentes movimientos revolucionarios de los años 1960 no se limitaban a los planos estructurales solamente, sino que también estaban dirigidas a las propias complejidades de la subjetividad humana incluyendo dimensiones éticas y culturales. Guevara planteara en el que se transformara en su testamento político “El Socialismo y el Hombre en Cuba: “lo importante es que los hombres van adquiriendo cada día mas conciencia de la necesidad de su incorporación a la sociedad, y, al mismo tiempo, de su importancia como motor de la misma”[5]. El ideal de Guevara era que los cambios partieran dentro de la misma subjetividad humana, para que fuera capaz de crear lo que el llamaría el “hombre nuevo”, un hombre nuevo donde se funden dentro de su ser una ética personal movida por la solidaridad y el bien común sin que a estos ideales los impulsara un interés material. Es este ideal propiamente personal por el bien común por la creación de una sociedad donde se alcance la posibilidad de integrar en la sociedad estos ideales de solidaridad y bien común el que moverá a los revolucionarios en los años 1960 a realización de trabajos voluntarios para la superación de la pobreza, así como diferentes tipos de actividades que involucren la educación de los sectores mas pobres en los ideales revolucionarios y en la defensa de sus derechos como también a organizar diferentes operaciones armadas de reivindicación y propaganda para agitar a las masas a la lucha revolucionaria.



[1] Castro, Fidel: “Segunda Declaración de L Habana”, 4 de febrero de 1962. texto consultado en www.ciudadseva.com/textos.

[2] Revista punto final, Nº 44, diciembre de 1967.

[3] En este sentido vuelva a la discusión el problema de la clasificación de Guevara y el guevarismo dentro de las diferentes teorías revolucionarias. En efecto se puede argumentar que muchas partes centrales de sus tesis ya habían sido expuestas por diferentes teóricos como Trotski y que los rasgos y conceptos olvidados del marxismo ya habían sido rescatados por revolucionarios latinoamericanos como J.C. Mariategui, A.C. Sandino o Haya de la Torre.

[4] Cabe destacar en estos las experiencias de la “primavera de Praga” en Checoslovaquia en 1968, así como de Hungría en 1956.

[5] Guevara, Ernesto: “El Socialismo y el hombre en Cuba” semanario “Marcha” 12 de marzo de 1965.

Blog Oficial del Destacamento Juvenil Mauricio Gómez Lira


Presentamos este blog, como el inicio de nuestra incursión en los medios de información virtuales, por una necesidad de dar a conocer públicamente nuestro pensamiento rodriguista y nuestra visión revolucionaria, como lo que somos; una diversidad de jóvenes con un sueño en común: el cambio sistémico a favor de la gran mayoría explotada, no solo acá en Chile, si no en toda Latinoamérica.
Este blog se inicia con una comisión de editores, la cual esta conformada por tres compañeros voluntarios, los cuales subirán información con respecto a la contingencia nacional, acompañada de análisis propios y del destacamento en sí.
Nosotros los jóvenes rodriguistas, hemos tomado un camino, un compromiso de lucha, el cual esta conformado por distintas tareas a favor de la lucha popular, esperamos dar a entender nuestra visión de mundo, nuestra opción marxista y bolivariana, el porque estamos a favor de todos los medios de lucha, y que mientras en Chile sigan existiendo los empresarios mafiosos y la clase política parasita, que viven del trabajo del pueblo, habrán nuevas generaciones con el legado de Manuel Rodríguez en sus corazones, con la herencia del FPMR en sus mentes, dispuestas a luchar de forma incontenible por nuestra verdadera independencia, por el poder popular contra el sistema neoliberal, contra el imperialismo y sus lacayos, porque ¡aun tenemos patria ciudadanos!.

Toño.